lunes, 1 de noviembre de 2010

1 de Noviembre

Hoy te vi, hacia ya meses que no ocurría, vestias tus mejores galas y t adornabas con unas flores blancas. Estabas mojado por culpa de la lluvia, pero tenias un brillo especial, quizá el del recuerdo, quizá el de que hoy era tu día. La verdad es que estabas algo solo, pero no se lo tengas en cuenta al resto, piensa que es un viaje muy largo, ellos piensan en ti. Hoy me apetecía verte y fui, ya sabes que a mí ir hoy no me gusta, demasiada gente, pero me apetecía poder estar cara a cara contigo. Ahora no pienses que no te quiero ver siempre eh, que ya sabes que para mí eres uno de los mayores apoyos de mi vida. Me gustaría poder estar siempre a tu lado, charlar como lo hacíamos antes, verte sonreir, que supieras que aprobé bachiller y que ahora vivo en león con papá...
Sé de sobra que tú estás ahí en el cielo, mirándome, y cuidándome, que te importa todo lo que me pasa y sufres si me ves mal, que sonries cuando yo soy feliz y que te emocionas cuando me acuerdo de tí. Me encantaría poder verte a tí también siempre que quisiera, pero ya se que estás con la abuela, de baile en baile con la jota y el pasodoble, que allí donde estais no hay dolores ni vejez. Y no te creas, que yo siempre me acuerdo cuando veo tu pañuelo (que te lo robé), o tus fotos, o la estampita de la virgen de las candelas, y me pongo triste porque no puedo darte un abrazo pero sonrio porque sé que eres feliz con la mujer de tu vida allí.
Ojalá cuando te vaya a ahcer una visita, que será dentro de mucho tiempo, me estes esperando para darme dos besos y preguntarme por toda la familia y regalarme un caramelo.

La muerte, esa temida y odiada, esa de la que renegamos cuando nos arranca sin previo aviso a aquella persona que queremos, que no nos la va a devolver y que el día menos pensado volverá a por nosotros. Esa que los mayores dicen esperar y que los jóvenes la retan, esa que corta tu hilo de la vida con la misma facilidad que tú abres una puerta.
Me gustaría decir que yo tengo asumida la pérdida de mis seres queridos, pero a veces es difícil. Dias como los de hoy nos recuerdan que sus cuerpos están ahí, sin vida, bajo tierra y húmedos, que nunca volverán a andar y que allí iremos nosotros tarde o temprano.
Pero también digo que en estos días, o en cualquier día del año, te acuerdas de esa persona que te hacía feliz, que te hacía reir y que con una  palabra o una palmadita en la espalda te quitaba todo el miedo del cuerpo. Te acuerdas de los buenos momentos, de las bromas que os hacíais y de lo travieso que eras. De lo mucho que querias a esa persona y de lo mucho que la quieres, de lo que te duele perderla pero lo que te alegra saber que está ahí, viéndote.
No merece la pena sufrir porque los que se han ido nunca volverán, sólo podemos hacer que se sientan orgullosos con nuesrtas acciones del día a día, pensar en que lo que hacemos les hará sentirse felices allá donde estén.
Hoy, a todas las personas que sufran por una pérdida sólo quiero decirles que miren al cielo y busquen la estrella que más brille, porque ahí estará esa persona, mirándoles.


Rabindranath Tagore


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario