viernes, 20 de diciembre de 2013

Un poco de mí...


A veces buceas por Internet y empiezas a leer y palabra tras palabra te sientes identificada. Parece que pensaban en ti mientras lo escribían, que te conocían, que se habían metido en tus pensamientos más profundos y privados y los habían plasmado allí mismo. Y tú los estás leyendo y sientes que te desnudan, que te dejan desprovista de esos muros que siempre te han protegido. 
Allí está, la verdad, una de tantas que sabes pero no reconoces. Y allí te sientes con fuerza para poder con todo, creyendo en lo que eres y lo que has conseguido siendo como eres. 
Todo empieza a funcionar, todo empieza a crecer.





domingo, 8 de julio de 2012

And she's buying a stairway to heaven...


Después de mucho tiempo me he decidido a volver a escribir, al menos hoy. Ha salido el Sol, pero de verdad, hoy ha sido un día propiamente de verano, al menos en mi pueblo y eso me da más que motivos para enlazar unas cuantas frases.
Últimamente escribo menos pero quizá es que no tengo mucho de lo que hablar. Ha llegado un punto en mi vida en el que he conseguido todo lo que me había propuesto conseguir y todo está saliendo a pedir de boca. Hoy me he levantado por la mañana, he abierto la ventana y el olor a aire fresco, a hierba recién cortada me ha llenado los pulmones y el alma. He sonreído, sí, mucho y de la manera más tonta. Ese aire ha sido como la metáfora con la que le mundo me ha querido decir: tu vida no para, todo continúa y te has subido al carro, todo va bien y el aire fresco aireó todo lo que eras para darle una vuelta más de tuerca.
Es la sensación de que todo está donde quieres que esté. Probablemente haya cosas descolocadas y todo tenga un cierto sabor a caos, pero a mí me gusta así, tal cual está. Está como estoy yo, ordenada para mí, loca para los de fuera. Hay pocas cosas que quiera cambiar ahora, si quiera al pensarlo no se me ocurren. No hay notas disonantes, todo encaja en una peculiar sinfonía interpretada por cada persona que hay en mi vida y hace de ella lo que es ahora. Por supuesto no me cierro a añadir todo aquello que mejore esta situación, estoy segura que habrá mil situaciones, sensaciones, ideas, personas, motivos que consigan hacerme aún más feliz. También sé que antes o después habrá alguna nube que tape esta luz que todo lo baña y le da ese color único, pero también sé que cuando eso pase todos los que están a mi alrededor ahora seguirán para no dejarme ensombrecer; al igual que sé que el Sol ahí va a seguir, por mucha nube que haya, calentando mi atmósfera particular.
Estoy llegando a la cima, la primera de todas las que me tocará escalar a lo largo de mi vida. Estoy aquí arriba, observando y el paisaje que me rodea es maravilloso, tanto que me emborracha la altura mezclada con este viento fresco y este olor a vida que todo lo rodea. Aquí voy a seguir el tiempo necesario hasta que toque bajar, descender y ver qué me espera. No tengo miedo al camino que me queda por andar, cada metro que descienda luego se recompensará con otro metro ascendido para una vista aún mejor que la que se abre frente a mis ojos.
De momento, la planicie se abre desde mis pies, ahí donde comienza el mundo, alzo la vista y veo a todo aquel que ha hecho posible esto y sin darme cuenta, comienza todo a rodearse de unas rosas, diferentes, únicas… unas rosas azules; unas rosas que cierran el círculo, figura geométrica que en cualquier situación y más en esta representa una perfección bella, bellísima.
El ritmo de mi vida sigue, se acelera, no pisa el freno y yo no quiero bajarme de él.
¿Te apuntas?









Y otro año más en León, y ya van tres, y tres viviendo contigo =)

lunes, 21 de mayo de 2012

Corazón negro como el carbón de mi tierra


Un puñado de sonrisas


Hace varias lluvias que he dejado de sentirlas,
Y escojo el Sol a cambio de besos de piruleta.
Podría decir que es a lo que me dedico.
Busco los rayos que alimentan estas ganas,
Ganas de leer con caricias tu piel.
Amanezco y en el hueco vacío de mi colchón
Se esconden las raíces de los besos que te daré
Unidas a las flores de tus sonrisas con olor a tus ojos.
Los bostezos se disipan detrás de la realidad
Cuando juego con los días del calendario
Y compruebo que un día más se mete en el baúl.
Cierro la tapa y preferiría no ponerme zapatos
Para así no tener que ir a buscarte
Ni ropa para tener que salir a la calle.
Preferiría una casa con un colchón donde empezar guerras
Que terminaríamos en el cielo de la no respiración
Descendiendo después a la realidad imperfecta
Que recuerda la imposibilidad de un tatuaje permanente
Con la tinta de tu saliva por mi piel.
Me decido a salir a la calle
Para marcarte con mi dedo
Cada esquina en la que quiero besarte.
Piso con fuerza y dejo huella,
Me pierdo por los recuerdos que tienen calles
E inspiro el aire que ya pasó por tus pulmones.
Cumplo mi ambicioso plan y te conquisto,
Así que con tu fuerza elevas todo lo elevable a un futuro perfecto
que hasta al mismísimo pretérito imperfecto le llena de rabia.
Y yo sólo tengo un puñado de palabras
Que prometo usarlas para hacerte reír.
Me pongo el traje de aprendiz y cojotu mano
Para recorrer el camino de baldosas achuchables
Y descubrir en cada una esto del amor.
Poco a poco descubro también
Ese millón de detalles insignificantes
Que te llenan de significado
Y ese tan concreto que nadie más tiene:
Tú.
Así, voy cumpliendo mi promesa
Llevando mi vida al borde de tus vaqueros,
Al filo de tu sonrisa.
Compruebo con gusto que tú y yo somos,
Por mucho que sobre la y griega entre nosotros,
Esas dos gotas de lluvia que caen a la par
Contra una teja de Botines para deslizarse juntos lentamente,
Viendo la vida pasar a su lado Guzmán con sus colores
Y evaporándose para llegar al cielo
Donde deciden acomodarse en una nube,
Ingresando en un universo para-lelos
Con acceso restringido,
Sólo para aquellos que con un cruce de miradas
Iluminan una bóveda celeste impregnada de recuerdos
Ahora, despacito, voy a teclear en el piano de mi cuerpo,
Con tu permiso por supuesto,
Un te quiero armónico
En clave de amor
En el pentagrama de nuestra historia
Adornado por un arpegio con dos mil besos
Y que terminaré con una coda
En la cual escucharás un: buenas noches
Y te incitará a esperar un buenos días de carne y hueso.

lunes, 12 de marzo de 2012

Música en estado puro

Bailar. Evadirte del mundo. Dejar que la música fluya por tus venas y que poco a poco el control desaparezca de tu mente. Entregarte sin más al compás de los instrumentos que conforman esa melodía que se te mete por dentro, dándole la vuelta a tu día y haciendo que tus pies comiencen una danza que poco a poco seguirá todo tu cuerpo.
Con la primera nota identificas la canción, tu cerebro se pone en alerta y no hay vuelta atrás. Cantas, la letra te la sabes, y no por haberla escuchado dos mil veces, si no porque es tan perfecta la canción que no podría decir otra cosa. Es cosa de otro mundo que las palabras se pasen por tu cerebro al ritmo de la música. La energía aumenta sin control y tu cuerpo responde, sonríes porque te encanta y te mueve, hace que un mal día tenga su buen momento y que tengas ganas de hacer cosas.
Y cómo no, llega la mejor parte de la canción, esa que te engancha ya para siempre y que el primer día que la escuchaste no pudiste evitar decir: adoro esta canción. Esa es la perdición, te gusta la canción, activa tu cerebro y mueve a tu cuerpo. Es tu canción, en los malos momentos la pones, en los buenos también, sirve para todo.
Sólo una canción es tu canción cuando se acaba y la vuelves a poner, una y otra vez, para deleitarte, para volver a sentir ese pequeño escalofrío que te provoca el primer acorde de guitarra. Es tu canción cuando nunca la ponen de fiesta pero un día, porque el DJ está inspirado y decide volver atrás en el tiempo y pincharla y tú te vuelves loca en la pista de baile sin importar quien esté alrededor. Es tu canción cuando en tiempos pobres para la música, la gente aún se extraña de que escuches esa música "ancestral". Es tu canción cuando la tienes de tono de alarma y no le coges asco. Es tu canción cuando ese sólo de guitarra te pone los pelos de punta.
Y esta es mi canción, antigua pero inmortal, rock del bueno.



Your really took me and you
Shook me all night long 
Yeah you shook me, yeah you shook me
All night long

domingo, 19 de febrero de 2012

Baúl. Cosquillas. Piruleta. Achuchable. Cari. Tú. Yo. Nosotros.

¿Cuántas heridas tenéis en vuestra alma?, ¿cuántas veces os habéis hundido y nadie ha venido a sacaros del bache?, ¿cuánto tiempo habéis soñado con ese momento en el que todo está bien y no hay problemas?, ¿cómo habéis curado esas grietas que os han hecho en el corazón?...
Año tras año, la vida pasa y las situaciones se van sucediendo, las personas vienen y van y tú vas creciendo, haciéndote fuerte y aprendiendo que no todo es bueno ni todo es malo; que los buenos no son tan buenos ni los malos son tan malos; también esa inocencia que nos caracteriza en la infancia se va perdiendo y todo se complica un poco más.
Dejas atrás aquellos años en los que confiabas en todo y nada parecía difícil, que al acostarte en tu cama los problemas se iban y aquellos amigos y aquel chico ideal siempre seguirían inmutables, como tu vida en aquel momento.
Tu inocencia se va perdiendo y la desconfianza se adueña un poco más de tu alma. De hacer amigos en cualquier lugar y a cualquier momento pasas a no hablar con todo el mundo y a dejarte llevar por apariencias y miedos estúpidos que tú mismo, tus experiencias y la sociedad te han creado.
Y cuando sufres un revés, toda tu zona de seguridad se ha ido al traste y aquello en lo que confiabas plenamente te ha clavado un puñal en la espalda, te encuentras perdido, solo en un mundo que ya ni reconoces porque se ha vuelto del otro lado. Comienzas por bajar al fondo de tu vida y empiezas a resurgir desde ti mismo hasta conseguir volver a ser tú, mil veces mejor, con enseñanzas y aprendizajes que te harán cambiar pero sin confundir nunca tu verdadero ser.
Pero siempre está ahí ese miedo irracional a que las cosas se vuelvan a repetir, a tropezar dos veces en la misma piedra y a que hagan de ti una simple sombra en la pared. Aún así siempre hay gente a tu alrededor que te hace pensar con claridad y quererte a ti misma como te mereces, porque si no te quieres tú, nadie te va a querer como debería.
Así sin más, cuando toda tu vida parece estar en orden y que nada puede hacerla tambalear es cuando aparece alguien, ese que te hace cuestionar todo lo que creías, con una mirada para el mundo y todo a tu alrededor se vuelve más brillante, más agradable y más feliz.
No sabes muy bien por qué, pero tu sonrisa surge como las burbujas de una copa de champán, necesitas verle y cuando no le ves, sigues feliz porque sabes que está ahí, para ti y que es cierto. Que nada malo pasará porque la mirada tan limpia que tiene sólo te transmite paz, esa serenidad que creías no necesitar pero que ahora que la tienes, no la quieres perder.
Y así, poco a poco y en silencio, se adueña poco a poco de tus pensamientos, de tu piel y de ti entera, no opones resistencia y te abandonas a su olor, a su voz y a sus latidos; te pierdes con sus cosquillas (que lo hacen tan especial), a sus manos (que te suben al cielo), a su perfecta personalidad y a su inigualable humor.
Entonces, llega un día en el que el miedo se apodera de ti, recuerdas lo que en su día llegaste a sentir y lo que sientes ahora se parece mucho, pero es diferente, más puro porque quien lo genera es pureza. El miedo vuelve, tu corazón se acelera y te confiesas esperando las palabras idóneas que te hagan confiar en todo, en la vida de nuevo. Y sin saber cómo ni por qué, lo hace, lo dice, te mira y te convence, te acaricia y el mundo se detiene, otro hilo más nos une y su mirada es la tuya, en su pecho estás tú y en el tuyo, vacío antaño, vuelve a latir un corazón, su corazón.
Pasará lo que tenga que pasar, la vida impondrá su ley y tendremos que acatarla, pero juntos, porque hoy por hoy, me siento a gusto, tan a gusto que el vértigo es un recuerdo del pasado. No sabemos qué vendrá, pero el miedo no existe si tú me das la mano, si me abres tu pecho para quedarme en él, si tus ojos no dejan de brillar, si tu sonrisa sigue dándome esa fuerza sobrenatural.




Qué tiene tu veneno que me quita la vida sólo con un beso
y me lleva a la luna y me ofrece la droga que todo lo cura.
Dependencia bendita, invisible cadena que me ata a la vida...