martes, 29 de marzo de 2011

El fútbol, modo de vida

La vida es como un partido de fútbol. Cuando eres pequeño juegas en los infantiles, alevines y cadetes pero sin presión porque sabes que no es algo importante, que siempre estará tu madre para solucionarlo y que juegas por divertirte y pasártelo bien. Todos somos amigos en el campo de juego y al terminar el partido, las faltas, empujones, goles y pérdidas se olvidan y no existe la competitividad negativa. Te vas con el balón a casa y lo único que quieres es tener a tu padre 5 minutos enseñándote no se qué regate que viste en el partido del domingo.
Pero los años pasan y esas categorías se quedan pequeñas y te exigen ascender. Empiezas a jugar ligas, y a cambiar de categoría. Parece mentira pero toda aquella ilusión con la que jugabas siendo pequeño se ha ido convirtiendo en ambición por seguir hacia arriba y te vas definiendo en tu posición en el campo. 
Y es aquí donde decides tu posición ante la vida, si te defiendes, si avanzas por el lateral sigilosamente, si atacas o si controlas el juego desde el centro; posicionándote así para toda tu vida. Si por un casual decidieras cambiarla, porque no te conviene, porque no te gusta, porque no te encuentras cómodo y simplemente porque tienes ganas de ser diferente la vida no te lo pondrá fácil. Descenderás de categoría por ser el raro, el diferente que no se conforma con lo que tiene.
Pero aún queda lo mejor por llegar, la primera división. Has subido hasta lo más alto, ahora sólo queda mantenerse allí y tratar de ganar todo y a todos. Vendrán partidos fáciles con los colistas pero que siempre te pueden crear un problema, partidos con los grandes de la liga que te harán creer en cosas imposibles y partidos con iguales que serán los que decidan la liga.
Y aquí es donde yo me encuentro, en mi primera división pero sin posición definida en el campo. Hay días que soy un lateral, hago las cosas sin que se noten para al final, salir a la luz y descubrirme. Otros días me adelanto y decido iniciar un ataque definido, rápido y vertical y así termino con alguna duda que haya por mi mente. También sé controlar el juego desde el centro, mover fichas y aconsejar al resto de jugadores de mi partido, intentando que la jugada que cree sea maestra y perfecta.
Pero últimamente defiendo, defiendo mi posición de ataques y daños, de nuevos golpes que recuerdan a anteriores... Y quizá sea miedo de sufrir, de volver a caer en el césped y no saber si seré capaz a levantarme. O quizá miedo a adentrarme en la delantera del equipo de mi vida y ver que uno de los jugadores se ha convertido en algo demasiado importante en mi equipo.



Llegas aquí para brillar, lo tienes todo



Me muero por explicarte, lo que pasa por mi mente... 
Y decirte  el porqué de mis miedos,
el motivo de mis sonrisas
y la causa de mi ilusión


1 comentario:

  1. orden y creatividad, contemplacion y alerta. esfuerzo. puta gestalt, que dificil y que facil!!!!. pep debe saber algo de eso.muy buena esta entrada.

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