domingo, 10 de abril de 2011

Ambiciosamente loca...

Pronto, lo sé. Precipitado, puede ser. Sin base lógica, también. Intuitivo, seguro. Poco inteligente, quizá. Con toda la ilusión, puedes estar seguro.
En la vida a veces conoces a gente que en principio no significa nada, lo ves como un puro trámite y no le das importancia porque no sabes lo que puede llegar a significar. En ese momento en tu vida hay cosas que tú misma piensas que son más importantes y por ello cierras puertas sin saber muy bien lo que hay detrás de ellas.
Dicen que cuando Dios cierra una puerta abre una ventana y puede ser verdad sólo si cambias eso de Dios por algo como la suerte o el destino. Y mi suerte o mi destino decidió que mis ojos debían asomarse por una ventanita, pequeña al principio, que tenía vistas a una personalidad tan diferente a las que siempre conocí que me obligó a conocerla.
Conocí a un chico inteligente, simpático, amable, sincero, encantador, loco, raro en el buen sentido de la palabra, irónico, gracioso, amigo de sus amigos; un chico diferente al resto, de esos que dicen no quedar...
Te conocí a tí y todo empezó a cambiar. Yo no me daba cuenta pero día a día hablábamos y te ibas adentrando en mi vida de una forma increíble.
Horas y horas hablando, riendo hicieron y hacen que no pueda negarme a mí misma todo esto; que aunque trate de no pensarlo me puedan mis sentimientos y haya días que se me haga imposible negar lo evidente.
No se en que momento pasó o porqué fue, si por las vueltas al mundo o por todas las sonrisas que me has regalado, pero sé que esto ya no es un mero trámite. Y también sé que me has ofrecido una de las mejores amistades que he tenido y que tengo y que por ello, no la quiero perder, aunque tenga que callarme lo que estoy sintiendo.
Callarse a veces es lo correcto, porque no es el momento o porque quizá sea la situación que menos problemas provoque pero yo no quiero hacerlo y menos contigo. Siento la necesidad de decirte que me has vuelto hacer sonreir sin más, porque mi cuerpo tiene ganas, que por las mañanas me levante de mejor humor sólo porque me acosté pensando en las mil y una tonterías de la noche anterior.
Me gusta sentir esta ilusión e imaginar que algún día cambie de escenario, de mi mente a la realidad, que lo que pienso pueda tener lugar alguna vez, que tú puedas quizá sentir algo parecido...Y también me gusta que sólo seas mi amigo, porque sé que estás ahí y sabes que siempre estaré aquí para lo que necesites; y que no sepas nada de todo esto porque quizá las cosas cambien.
Pero odio soñar contigo, querer decirte que me encantas, pensar en tí cada día más y no poder decírtelo.
Entonces es cuando me armo de valor y en un arranque de ambición me subo al cielo y veo desde aquí todo de otra forma y veo posibles cosas que habitualmente las veo inalcanzables, como estrellas.
Y aquí estoy...desde el cielo, llevando a cabo mi apuesta inteligente diciéndote que sólo me gustas un 40%.




Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad
Julio Verne

3 comentarios:

  1. Si yo fuese el chico del que hablas no te dejaria escapar, no podria vivir sabiendo que he dejado escapar a semejante mujer.

    ResponderEliminar
  2. Wow!!! joer ke comentario ese de ahi jajajajaja Wpo lo ke escribiste y tia suerte con ese muxashillo!!!

    ResponderEliminar
  3. ahora hablamos celia, sabes que me tienes aqui para contarme las penas ^^

    ResponderEliminar