Con la primera nota identificas la canción, tu cerebro se pone en alerta y no hay vuelta atrás. Cantas, la letra te la sabes, y no por haberla escuchado dos mil veces, si no porque es tan perfecta la canción que no podría decir otra cosa. Es cosa de otro mundo que las palabras se pasen por tu cerebro al ritmo de la música. La energía aumenta sin control y tu cuerpo responde, sonríes porque te encanta y te mueve, hace que un mal día tenga su buen momento y que tengas ganas de hacer cosas.
Y cómo no, llega la mejor parte de la canción, esa que te engancha ya para siempre y que el primer día que la escuchaste no pudiste evitar decir: adoro esta canción. Esa es la perdición, te gusta la canción, activa tu cerebro y mueve a tu cuerpo. Es tu canción, en los malos momentos la pones, en los buenos también, sirve para todo.
Sólo una canción es tu canción cuando se acaba y la vuelves a poner, una y otra vez, para deleitarte, para volver a sentir ese pequeño escalofrío que te provoca el primer acorde de guitarra. Es tu canción cuando nunca la ponen de fiesta pero un día, porque el DJ está inspirado y decide volver atrás en el tiempo y pincharla y tú te vuelves loca en la pista de baile sin importar quien esté alrededor. Es tu canción cuando en tiempos pobres para la música, la gente aún se extraña de que escuches esa música "ancestral". Es tu canción cuando la tienes de tono de alarma y no le coges asco. Es tu canción cuando ese sólo de guitarra te pone los pelos de punta.
Y esta es mi canción, antigua pero inmortal, rock del bueno.
Your really took me and you
Shook me all night long
Yeah you shook me, yeah you shook me
All night long